Se encuentra al noroeste de la provincia de Ávila, a media
docena de kilómetros de ....................., a cuyo Ayuntamiento
pertenece. Se emplaza por tanto en tierras secularmente cerealistas, en que
también se cultivaron leguminosas y vid y se crió ganado lanar y vacuno como
motor para las labores agrícolas. Hay constancia de su existencia desde antes
de 1250, año en que se cita la localidad en la nómina fiscal de Gil de Torre,
donde se la encuadraba en el archidiaconazo arevalense dentro del tercio de
Madrigal junto a otras treinta aldeas. Allí
se la denomina El (…….), aún sin apellido, y se la asigna un tributo a
las mesas capitular y episcopal abulense de veinte morabetino, lo que muestra
una cierta pujanza en la época teniendo en cuenta que localidades del entorno
aún vivas quedaban por debajo: Palacios de goda, Castellanos de Zapardiel o
Blasconuño de Matacabras, quince; Moraleja, doce. Según Barrios García sus
primeros pobladores serían leoneses o gallegos. (Lugares mudéjares)
Según el Censo de los Millones de finales del siglo XVI, su
fin era el cobro de un impuesto extraordinario y sin excepciones de ocho
millones de ducados, contaba con 24 vecinos, que no habitantes. A mediados del
siglo XVII, en el Catastro de Ensenada, se censaban 43 casas todas ella de corta
situación, con paredes de tierra apisonada y habitaciones bajas sin apenas
distribución interior. Entre ellas se anotaron unas paneras de propiedad eclesiástica,,
las casas del concejo, una fragua, una barbería y una taberna que daban
servicio a 42 vecinos incluidos pobres y viudas. A partir de entonces
comenzaría un notable descenso, que reduciría a 16 vecinos, 77 habitantes, un
siglo más tarde, al paso de P. Madoz. Hace casi una década Hernández García de
la Barrera se refería a sus dos últimos habitantes si las cosas no han cambiado
recientemente. Ya está deshabitado. (Lugares mudéjares)
Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
La iglesia de …………….. se encuentra al oeste de la población,
alejada, en la vía que unes la localidad con la carretera que discurre a
Peñaranda. Allí, en pleno campo. La rodea un murete de ladrillo que quizá
recuerde el perímetro de su antiguo atrio. Dedicada hoy a Nuestra Señora del
Rosario, el Catastro de Ensenada se refiere a ella como de Nuestra Señora de la
Asunción. Perdió el culto hace décadas, empleándose sus ábsides como almacén y
establo y actualmente la torre como criadero y observatorio de aves. (Lugares mudéjares)
No hay comentarios:
Publicar un comentario