domingo, 3 de marzo de 2013

Donde el viento reina, un alma resiste todabia



La tarara

Llego donde el viento reina, aquí solo queda un alma que resiste. En este hermoso lugar sito en lo alto de una colina, vigila los campos de castilla dominando sus llanuras.
No me varéis mucha veces, pero en esta ocasión no puede resistirme a aparecer junto al campanario de esta humilde iglesia, que aunque no teniendo mucha altura desde su base, en tiempos sus campanas picarían desde lo alto del cerro donde se encarama este majestuoso pueblo.

Dónde estarán ya los rebaños que dormían todas la noches en estas casillas. Pero resisten el paso del tiempo esperando que algún día vuelvan a cobijarse en sus regazos.


La iglesia libra del viento de Castilla y acoge a sus almas junto a sus plegarias, que aún así no lograron evitar su abandono.

Sus calles otrora llenas de vida y niños jugando, se han quedado mudas y solo se oye el viento chocar contra sus muros. 






























































































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